martes, febrero 28, 2006

Sinestecias

El rojo de tu aliento me provoca,
sumerge mis sentidos en el caos
azoroso de texturas y sabores
curvados por tu risa melancólica.

Con el sabor redondo de tu sombra,
despierto fatigado en el remanso
de mórbidas imágenes vibrantes
que llenan de aromas mis ensueños.

Tus palabras calientan la experiencia
del viento y el sonido de tus ojos,
corriendo a mi lado entumecida,

azul y extravagante, reciclando
sueños olvidados, entretenidos
por largas redenciones ominosas.

luis david

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viernes, febrero 24, 2006

Sirena


Con admiración para Sandra por su bellísima obra.






La Sirena es una ola nocturna
que agita las aguas del mar fosforescente
acarreando dolor y placer.

La noche llama con sonidos sofocados
al viajero que sucumbe ante el arrullo
de la murmurante sirena.

Sombra de llanto ondulado,
lluvia de agua salada,
marina de noches eternas.

Sirena de cuerpo dorado
ofreces tu pecho flotante
a la luna del océano perdido.

luis david






viernes, febrero 17, 2006

Félix

Félix murió en la noche de la Candelaria luego de tres semanas de dolorosa agonía después de que Jorge agotó su costal de recursos remediales y los cuidados franciscanos de Laura resultaron inútiles para contener el avance inclemente de aquel dolor sin remedio que acabó cerrándole la vida cuando ya no se podía respirar en el ambiente de pudridero que invadía todos los rincones de la vieja casona de cantera rosada que su abuelo había comprado en la antigua Calle Real desde los tiempos remotos del cura Hidalgo y que pasara de generación en generación para albergar ahora en la capilla improvisada al viejo patriarca restregado con lejía y amortajado sin verter una sola lágrima por la hija que le prodigó ya muerto los cuidados que le negó en vida a causa del rencor acumulado a lo largo de años y años de guerras apocalípticas por la oposición denodada del padre a su relación con el estudiante de medicina que la pretendía y con el cuál se fugó una noche de jueves en la que todos dormían aturdidos por el estruendo de la fiesta de pirotecnia con la que festejaron los cuarenta años de la hermosa María que ahora lloraba en silencio y rezaba sin consuelo ante el cuerpo rígido de su esposo envuelto en la mortaja de lino crudo que ella misma adornara con un bordado de primores cuando previó la inminencia del final y que descansaba tendido sobre una mesa iluminada por la luz macilenta de cuatro cirios y rodeada por siete ramos de flores sofocantes que mezclaban sin misericordia su perfume abrumador con el tufo agrio de un plato de cebollas y vinagre que una mano piadosa había colocado bajo la mesa para limpiar el cáncer del aire y que con el olor a muerto reciente terminaron por confirmar aquel clima de marasmo aplastante que le cerró el entendimiento de por vida y que le habría de acompañar el resto de sus días junto con el frasquito para las pastillas de clorato de potasio que Félix le compraba como panacea para todos los males habidos y por haber e inventados en las noches de insomnio angustioso cuando esperaba el regreso del hombre comisionado por el gobierno para recorrer la sierra con la encomienda de recaudar los impuestos que los pobladores sumidos en una miseria bíblica pagaban ante la amenaza de las armas de aquellos espectros a caballo que llegaban de tanto en tanto y en grupos numerosos comandados por el demonio de cuerpo impresionante y voz de trueno que a punta de pistola reclamaba tributos y arrebataba posesiones bajo los argumentes irrebatibles del terror y que regresaba a la capital semanas después con las mulas derrengadas por los fardos de la ignominia que entregaba puntualmente en la casa del gobernador y por los cuales recibía un tanto en pago para ir satisfecho a reencontrarse con la María de sus amores que conoció desde niño y que fue su compañera de juegos en las arenas del potrero y con la que se bañara tantas veces en un remanso del río de aguas heladas hasta la tarde prodigiosa cuando se descubrieron aterrados mirándose atónitos por la conmociòn de sus cuerpos intactos que cubrieron confundidos con la certeza de haber sido tocados en el alma por un rayo de luz que les penetró el corazón impaciente que amenazaba con brotarles del pecho y que los impulsaba a correr anhelantes cada cual por su lado a sudar la fiebre recurrente de la desnudez del otro y que rehuyendo los lugares comunes intentaron escapar con inútil afán del destino sin retorno que los ataba en aquel amor cocinado a fuego lento que asolaría sus vidas de allí en adelante sumiéndolos en el revolcadero de la pasión que los habría de consumir en una sopa de sobresaltos hasta los días aciagos de su vejez

sábado, febrero 11, 2006

Soneto esdrújulo

El arte de escribir versos esdrújulos
es cosa singular, placer espléndido,
que ha de requerir trabajo méndigo
y debe ejercitar mentales músculos.

En busca de agotar giros mayúsculos
se intenta producir poema inédito
que siendo coronado por el éxito
admita incluir estrellas, cúmulos.

Si quieres resultados de película
la cosa es abusar de la retórica,
gramática voraz, idea ridícula,

llegando hasta la misma jerga hipnótica
que abrume a los incautos de la ínsula
dejándonos gozar de Antrobiótica.

luis david

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miércoles, febrero 08, 2006

Me carga la...


January 30, 2006

Estimados editores de Enfoque,

Otra vez te estoy escribiendo para comentar de la reciente edición de Enfoque. En mi clase de español, tuve que leer “San Juditas Indocumentado”, por Luís David Contreras. Era un poco difícil a entender porque cambia de tema muy rápido. Y como yo soy angla y leo poco despacito, pues ya que empiezo a entender lo que está diciendo, cambia el tema y empieza a escribir de otra cosa. Tenía que leer el artículo varias veces para poder entender exactamente lo que quería decir.


Lo que si me gustó es que están escribiendo más cosas sobre México. A la otra que te escribí, es lo que comenté. Que quisiera saber más cosas de lo que está pasando en México. El articulo que me gusto mas que todo los demás era “La fiebre del ‘reggaetón’ en Latinoamérica.” A mi me encanta la música, y más el reggaetón. Siempre voy con mis amigos y mi hermano para escuchar y bailar el reggaetón. Se me hace que estan correcto en decir que la música reggaetón está aquí para quedar. Todos mis amigos y hermanos sienten igual. Me divierto mucho cuando escucho Daddy Yankee y Don Omar.


Solamente te quiero agradecer por leer lo que te escribí ase casi dos meses. La reviste esta mucho más interesante y las temas mejor que antes.


Atentamente Eleanor Pankratz


¡Mi cuento adorado... no es posible!

¡En la mauser!


Estimados Editores,

En esta edición de Enfoque me di cuenta que ustedes a la mejor se sienten mal por las críticas de nosotros. Pero no se preocupen nosotros lo mas queremos ayudarles a ustedes para que hagan bien. Bueno cambiando de tema yo leí el artículo de “San Juditas Indocumentado” y yo pienso que es un artículo muy complicado para leer. Necesitan algo más fácil para que la gente entienda muy bien porque si lo van a hacer tan complicado la gente no le va a entender. Espero que esto les ayude con la revista. José García


!Qué barbaridad!

sábado, febrero 04, 2006

Just In Time



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El tiempo corre de prisa en los últimos días.
Me levanto y me encuentro con que apenas
tengo tiempo para llegar a donde quiero ir.
Los asuntos pendientes se me han ido acumulando
de manera bochornosa por falta de tiempo.
Mis relojes se han vuelto locos,
y el sol ya no es lo que solía ser,
los días y las noches se han achatado.
Los camiones viajan más rápido
y tienden a llegar misteriosamente tarde a su destino.
Si el día sigue teniendo veinticuatro horas,
con toda seguridad alguien le ha robado
minutos esenciales a mis horas,
o tal vez, segundos imprescindibles a los minutos.
¿Y para qué querría ese alguien
atesorar tiempo robado?
¿En qué lo usaría?
¿Y qué hará con él cuando,
de modo irremediable, le comience a sobrar
y termine sus labores más temprano
y todavía le quede tiempo
en las alforjas para prestar y regalar?
Reconozco con pena que alguna vez
he perdido el tiempo...
siempre me ha intrigado que habrá sucedido con él,
¿Lo habré dejado olvidado en algún lugar?
¿Estará tirado en un parque lejano
a donde fui con toda la sana intención de perderlo?
¿Será pisoteado por la gente con prisas
que vigila su tiempo
y lo cuida administrándolo con pasión?
¿O alguien lo habrá encontrado
y lo estará malgastando en puras cosas inútiles?
Estos últimos días he estado pensando
con mucha seriedad en no levantarme por las mañanas.
¿Para qué hacerlo si indefectiblemente
me va a faltar tiempo para terminar
todo lo que tengo agendado?
Tal vez lo que necesito es tirarme en el pasto
y dedicarme a pensar en ti.
Al fin que no he hecho otra cosa todo este tiempo.
luis david