jueves, agosto 31, 2006

Miles Davis & John Coltrane- SO WHAT


La magia del jazz. Sólo para melómanos

domingo, agosto 27, 2006

Danny Boy


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Oh Danny boy, the pipes, the pipes are calling.
From glen to glen, and down the mountain side.
The summer's gone, and all the flowers are falling.
'Tis you, 'tis you must go and I must bide.
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But come ye back when summer's in the meadow,
or when the valley's hushed and white with snow,
and I'll be here in sunshine or in shadow.
Oh Danny boy, oh Danny boy, I love you so.
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But if you come, and all the flowers are falling,
and I am dead, as dead I may well be,
Ye'll come and find a place where I am lying
and kneel and say an "Ave" there for me.
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And I will hear, though soft your tread above me,
and all my grave will warmer sweeter be,
and you will bend and tell me that you love me,
and I will sleep in peace until you come to me.
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But if I live and should you die for Ireland,
let not your dying thoughts be just of me,
but say a prayer to God for our dearest Island,
I know He'll hear and help to set her free.
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And I will take your pike and place my dearest,
and strike a blow, though weak the blow may be,
Twill help the cause to which your heart was nearest.
Oh Danny Boy, Oh, Danny boy, I love you so.
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Canción Tradicional Irlandesa
Canta: Sinead Oconner

viernes, agosto 18, 2006

Por qué no nos ponemos de acuerdo

Nada es tan bueno ni tan malo;
es el pensamiento el que lo hace tal.

William Shakespeare.
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Hemos estado siguiendo con mucho gusto e interés la emocionante polémica que sostenemos a diario con nuestros amigos, vecinos, conocidos, et al, sobre el tema de las elecciones. Es una discusión apasionada en la que a veces recurrimos más a las descalificaciones que a los argumentos. A ratos se antoja que ya deberíamos de habernos dado cuenta de que nuestras posiciones no son tan diferentes y que nunca va a terminar la discusión porque con cada nueva descalificación abrimos más la brecha que nos separa. Lo curioso es que si analizáramos con cuidado las explicaciones de cada cual sería fácil ver que todos tenemos la razón... desde nuestro punto de vista.


¡Un momento!... ¿cómo podemos tener la razón todos si defendemos puntos de vista contrarios?... Eso es lo que voy a tratar de explicar si el griterío me lo permite.

La realidad ocurre fuera de nosotros, en el mundo exterior. Es todo aquello que existe y acontece y es independiente a nosotros. La percibimos a través de nuestros sentidos y no importa cual sea la apreciación que tengamos de ella, la realidad siempre va a ser filtrada y reinterpretada hacia nuestro mundo interior para transformarse en nuestro sistema de creencias y valores, nuestra cultura, nuestra experiencia, etc. Las cosas que percibimos, entonces, no tienen un significado en sí. Su significado se lo otorgamos nosotros de acuerdo a nuestras vivencias. Es como dice el proverbio árabe: “Lo que pueda significar un trozo de pan dependerá de tu hambre”.

Lo objetivo, por lo tanto, no existe para nosotros. Únicamente somos capaces de percibir aquello que logra traspasar nuestros filtros y, sólo entonces, nos formamos una opinión subjetiva (a la que llamamos “realidad objetiva”) y dormimos felices con la razón de nuestro lado.

Existe una diferencia irreducible entre le mundo y nuestra experiencia de él. Como seres humanos, nosotros no actuamos directamente sobre el mundo sino que, al percibirlo y filtrarlo nos formamos un modelo de la realidad, un traje a la medida que sólo a nosotros nos queda perfecto, un mapa propio que nos permite transitar con familiaridad por nuestra vida. Recordemos que un mapa no es el territorio que representa. Un mapa de México, por completo que sea, nunca va a ser México. Nuestro país es su gente, sus culturas, sus climas, sus arroyos, sus pueblos, etc. Cada grano de arena forma parte de nuestro México y no es posible, y nunca lo será, percibirlo y conocerlo todo. La realidad, como nuestro México, es tan inmensurable ante nuestra pobre capacidad de percepción, que sin reducirla a niveles mínimos, viviríamos atorados y abrumados por la misma.


Nuestros sentidos trabajan veinticuatro horas al día y nos allegan tal cantidad de información que, de manera inconsciente, debemos simplificarla para poder operar en el mundo. Filtramos la información eliminando la mayor parte de ella (“el atardecer es hermoso”), la distorsionamos para adecuarla a nuestras creencias (“eso que dijiste significa que tú piensas que somos incultos”), y generalizamos para simplificar nuestra actuación en el mundo (“todos los policías son rateros, todos los políticos son corruptos, todos los panistas son ultraderechistas”).

Nuestros mapas, al ser una representación gráfica de nuestro modelo de la realidad, son de gran utilidad para nuestro diario existir en tanto nos demos cuenta de que son precisamente eso: un mapa. De lo contrario vamos a confundir el mapa con el territorio que representa y a vivir eternamente enfrentados con aquellos que se atrevan a pensar diferente. Pensemos en que nuestros hijos son diferentes y piensan diferente a nosotros (por eso discutimos tanto con ellos). Nuestra pareja percibe las cosas de manera distinta (por eso existen las desavenencias y los divorcios). Por eso mismo hay ideologías, culturas y religiones tan diversas. Por eso los valores occidentales tienen poco que ver con los orientales.

Ahí les va un buscapiés: ¿qué cultura es superior: la cristiana o la musulmana?
Respuesta: depende a quién se lo preguntes.

Nuestros mapas son dinámicos, es decir, se mueven en el tiempo y las circunstancias. Rara vez somos capaces de darnos cuenta de que a diario modificamos, aunque sea un poco, nuestra opinión y nuestras convicciones. A veces nos percibimos como un bloque homogéneo de la cuna a la tumba.

Como nuestra mirada es introspectiva y parcial, es hacia afuera dónde percibimos cambios. Nuestra familia y nuestros amigos son el espejo en el cual nos damos cuenta de que las cosas son diferentes, parece que cada vez coincidimos menos (a veces en asuntos sin importancia y a veces en cuestiones torales.)

Los últimos acontecimientos, con la enorme carga de información en uno y otro sentido, nos han llevado a tomar partido por una parte de la realidad y a creer que ésa, y sólo ésa, es "la realidad".

Por eso las sociedades se constituyen sobre un marco de acuerdos comunes que nos lleven a sacrificar lo personal en aras de lo colectivo. Las reglas se dictan de acuerdo a la política de la clase dominante y se pueden modificar si las circunstancias lo permiten.

¿Y cómo vivir en un mundo tan heterogéneo?

Tender puentes es una bella metáfora que nos ayuda a relacionar nuestros mapas que, por definición, siempre van a ser distintos.

martes, agosto 15, 2006

Noches de Reforma

Si alguien me hubiera dicho hace un año que pasaría unas noches en el pavimento del bellísimo Paseo de la Reforma de la ciudad de México, me hubiera reído. Eso no era posible… hace un año.

Si alguien me hubiera dicho que el nuevo Instituto Federal Electoral y su excelente proceso ciudadanizado, podría cometer un fraude contra los electores, me hubiera reído también. Eso no era posible… en el sexenio anterior.

Parece que esto va para largo. La polarización que se buscaba con la “propaganda política”, como le dicen por allí, dio un excelente resultado y ahora estamos viviendo sus efectos. El país quedó dividido y la solución se antoja lejana. Ninguno de los dos grupos parece dispuesto a negociar sus posiciones; ambos van al todo o nada. La única negociación que proponen es que el otro ceda y cambie su postura. López Obrador se mantiene en lo dicho y la única negociación que acepta es el conteo “voto por voto y casilla por casilla”. Felipe Calderón insiste en que si ya se contó una vez, no hay razón para volverlo a hacer. Se enreda en una serie de sofismas para ignorar que cada vez que se recuenta una casilla se encuentran diferencias, leves o importantes, e insiste en que si ya se contó una vez, con eso basta. Es natural, su triunfo depende de ello.

El tribunal debe dar a conocer el resultado del recuento parcial que ordenó e interpretar los datos para resolver en consecuencia. No sabemos en que sentido vaya o no a valorar las evidencias del fraude que han ido apareciendo (paquetes abiertos de manera ilegal, votos de más o de menos conforme a la lista nominal, más o menos boletas de las que entregó el Instituto Federal Electoral, cambio en el sentido de la votación (se le descuentan a uno y se le agregan al otro). Cada grupo presenta los hechos de la manera más conveniente para su causa. Unos magnifican lo que va apareciendo y los otros lo minimizan. En fin, que sólo queda esperar unos días para resolver las acciones a seguir.

Por lo pronto Andrés Manuel anunció el mantenimiento de la Resistencia Civil Pacífica y la radicalización de algunas medidas. Tal parece que si no llegan antes a un acuerdo iremos a celebrar las Fiestas Patrias a los campamentos del Zócalo… si no nos quitan antes. Ayer ya hubo un ensayo de desalojo más o menos violento en San Lázaro. A ninguno de los dos bandos le conviene la violencia.

El Peje le apostó todo su prestigio político a una solución única del conflicto. El más perjudicado es él aún ganando… y todavía falta que pueda ganar.

La ciudad ha ido acomodándose a la nueva realidad y aunque las televisoras y la radio incitan al encono, ya son muy pocos los ciudadanos que pasan por los plantones mentando madres. El ingenio ayuda en algo. Unos muchachos mostraban una pancarta a los automovilistas que decía:


“Por favor, toca el claxon.
TA-TA-TA-TA-TA (VO-TO-POR-VO-TO)”.


El caos vial de los primeros días ha ido resolviéndose con rutas alternativas. La opción parece obvia: “si está bloqueado, ve por otro lado”.

En los campamentos el clima es de tranquilidad y compañerismo. Se evita responder a las provocaciones y entre todos se ayudan en lo necesario (de tanto en tanto pasan algunos provocadores incitando a quemar la credencial de elector.) Algunos cargan con toda la familia y hasta con el perro (en el día los señores salen a trabajar y en la noche duermen todos en su tienda de campaña.) Los domingos aquello parece un paseo. Algunas familias salen a visitar el plantón y van saludando a los que acampamos. Me imagino que son pejistas o, al menos, simpatizantes (y uno que otro curioso.) Hay todo tipo de eventos culturales y recreativos en el Templete del Zócalo (música clásica y popular, jazz y rock, rancheras y protesta, teatro y poesía.) Los organizadores tuvieron que cancelar las inscripciones para actuar porque en el primer día tenían ya más de tres mil solicitudes. Hay torneos de ajedrez y talleres infantiles. En el trayecto entre el Zócalo y la Fuente de Petróleos están montados una serie de escenarios y siempre hay alguien actuando. El sábado por la tarde pude escuchar una conferencia que dictaba el escritor Paco Ignacio Taibo II. Hay espectáculos de teatro, lectura de poesía, fonomímica, bailes regionales y modernos, canto, conferencias y mucha información política sobre el estado de las cosas. La venta de antojitos y golosinas está en grande. El Sanborn´s de los Azulejos está haciendo su agosto, al menos en el restaurante. A los lugares de comida rápida les está yendo bastante bien. Todos los negocios permanecen abiertos aunque las ventas deben andar mal, si bien con la entrada de los niños a la escuela de todos modos andarían mal.

Aquello tiene de todo, aunque no está tan mal como lo pintan en algunos medios que siguen el método manipulador de presentar una noticia o la fotografía de un hecho específico como si fuera algo general. (El periódico Crónica Salinews, de circulación nacional, puso en primera plana la fotografía de un tipo orinando en una jardinera.) La verdad es que la única manera de tener información de primera mano es hacer a un lado, por un rato, nuestros paradigmas y darnos una vuelta por allá. Tal vez regresemos convencidos de que aquello está muy mal… pero tal vez no.

Yo en lo único que no estoy de acuerdo es en que no se me hayan pagado los doscientos cincuenta pesos que dicen que nos iban a pagar. A mí y a miles más nos deben ya una buena lana. No es justo.


viernes, agosto 11, 2006

I Shall Be Released



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They say ev'ry man must need protection,
They say ev'ry man must fall.
Yet I swear I see my reflection
Some place so high above the wall.
I see my light come shining
From the west down to the east.
Any day now, any day now,
I shall be released.
*
Standing next to me in this lonely crowd,
Is the man who swears he's not to blame.
All day long I hear him cryed so loud,
Crying out that he was framed.
I see my light come shining
From the west down the east.
Any day now, any day now,
I shall be released.
*
*
Letra y Música: Bob Dylan

miércoles, agosto 02, 2006

Sonríe, vamos a contar

Los hombres razonables
se adaptan al mundo.
Los hombres insensatos hacen
que el mundo se adapte a ellos.
Por eso el progreso depende
de hombres insensatos.

George Bernard Shaw


Esto de la Resistencia Civil Pacífica nos tiene a todos nerviosos. ¿Será correcto lo que estamos haciendo? ¿Tenemos derecho a estorbar los derechos de los demás? ¿Estaremos generando aversión cuando lo que necesitamos es simpatía?

Parece que no existe la respuesta única a estas y otras interrogantes que surgen a diario y que nos generan una serie de sentimientos encontrados. Tal parece que la polarización que tanto buscaron las campañas de guerra sucia (“propaganda política”, dicen que se llama), ya tuvieron el efecto esperado y que a nadie le gusta lo que resultó. Y así, lo que debió ser una fiesta democrática devino, por obra y gracia de los operadores políticos de Calderón, el PAN, grandes empresarios, algunos medios masivos de comunicación, y uno que otro espontáneo, en una guerra de odio, miedo, desinformación, calumnias y corrupción que culminó con un patético fraude electoral.

Ahora se rasgan las vestiduras y se tiran al suelo exigiendo mesura, prudencia, respeto a los resultados del fraude, y de nueva cuenta, con una impresionante campaña de medios, tratan de desprestigiar la legítima defensa de los ciudadanos defraudados.




Primero te ignoran.
Luego se ríen de ti.
Después te atacan.
Entonces ganas.

Gandhi


La Resistencia Civil Pacífica es una de las formas de lucha más insidiosa y pesada que existe. Consiste en situarse en el límite mismo de la legalidad al usar los derechos civiles evitando la violencia. De lo que se trata, entre muchas otras cosas, es de generar ruido y presión. El descontento y la incomodidad que causan son su mejor arma. No importa cuántos asistan a un plantón, siempre serán más los que no asistan y se sientan agredidos legítimamente en sus derechos. No importa cuántos participen en una marcha de apoyo, siempre serán más los que no participen y se sientan estorbados en su vida diaria. Es su descontento el que va a generar la urgencia de resolver el conflicto de alguna manera. El escándalo mediático que están creando los medios de comunicación y las “Buenas Conciencias” es el mejor aliado de los que están protestando.

El chiste está en resistir a la presión popular que se genera legítimamente para circular libremente por la ciudad. El truco está en no ceder a la buena conciencia que todos llevamos dentro y que nos pueda llevar a pedir o a exigir que se le baje al tono a la protesta y se traslade ésta a las aceras o a las plazas en donde no estorbe y termine volviéndose invisible. El asunto es aguantar el cansancio y el aburrimiento. A eso le apuestan Calderón y su grupo.

La enorme presión popular puede generar la tentación de abrir las puertas de la represión. Ya el ensayo sangriento de Atenco le sirvió a la derecha para medir los resultados en términos de prestigio mundial y escándalo mediático. Recordemos que el candidato del PAN manifestó su total acuerdo con la medida y amenazó con que él haría lo mismo. Se están moviendo fuerzas muy poderosas en torno al caso. La Secretaría de Gobernación, con Monseñor Abascal, ya lanzó las primeras amenazas. La presencia de Calderón en el Tribunal, para exigir el reconocimiento inmediato de su triunfo, añade un elemento más de peligro para la solución pacífica y legal del conflicto. El ejército ya sacó a las calles a muchos militares vestidos de paisano, de campesinos y de chavos banda para infiltrarlos en los grupos de manifestantes. Esta burda maniobra intenta romper lo pacífico del movimiento y justificar la represión.




Voto por voto.
Casilla por casilla


¿Qué es lo que estamos pidiendo? Qué se recuente la elección porque la gran cantidad de irregularidades aritméticas y dolosas que se han detectado modificaron el resultado de la consulta popular que dio su mandato en las urnas. El Instituto Federal Electoral, en dónde no se permitió la existencia de un sólo consejero de izquierda, fraguó un absurdo fraude que deslegitimó la elección. La compra de conciencias y de voluntades entre algunos ciudadanos que deberían de garantizar la legalidad dio al traste con los comicios. Tres amigos míos fueron funcionarios de casilla y recibieron propuestas del presidente de la misma para modificar levemente las actas. Uno de ellos no resistió. Es un obrero y cinco mil pesos es más de lo que gana en mes de trabajo. Su familia tiene necesidades que están más allá de sus deberes ciudadanos. No lo puedo culpar a él. Me indigna el corruptor.

En las colonias y los pueblos de Tlaxcala, algunas damas panistas, tan humanas ellas, anduvieron de casa en casa entregando un billete de cien pesos a las señoras del hogar. con una sonrisa en los labios y la cantaleta de: “Un apoyo para la leche de sus hijos. Vote por Calderón”. El mismo día de la elección se invitó a los vecinos a desayunar atolito y tamales para reunirlos a todos y llevarlos a votar por su candidato. Y como estos hay cientos de ejemplos de los medios de los que se valieron los grupos de poder en México para tergiversar el sentir popular y destruir una elección, limpia, democrática y pacífica.

La ciudadanización del proceso nos daba la seguridad de que nuestros amigos, vecinos, el tendero y todos los demás iban a garantizar la limpieza de los comicios. No contábamos con el poder corruptor de la “propaganda política” y el dinero de los grandes empresarios.

Con todos estos antecedentes es difícil confiar en que el recuento aún nos dará la certidumbre que el país necesita. Queremos creer que al corregir las irregularidades el resultado cambiará. Por eso no pedimos la anulación de las elecciones. Para qué hacerlo si el recuento de voto por voto y casilla por casilla nos va a dar el triunfo. A la anulación le apuestan el gobierno del presidente Fox y el candidato del PAN. Si no se reconoce de inmediato su triunfo entonces buscarán desaparecer el resultado. Son expertos en eso. Ya Diego Fernández de Cevallos y su camarilla aceptaron una vez quemar las pruebas del fraude de 1988, antes que revisarlos y mostrar el cómputo verdadero. En todo caso, la anulación de los comicios será una consecuencia del desaseo con que se hicieron estos. Por eso el lema no tiene por qué cambiar. Lo que queremos es que se cuente “voto por voto y casilla por casilla.”

Esto apenas inicia y todavía falta mucho para llegar a donde queremos llegar. Las acciones de Resistencia Civil Pacífica se irán modificando de acuerdo a las circunstancias. Se pueden endurecer o aminorar. Eso depende de los resultados que se vayan logrando. Abandonar las calles para pasarse a las plazas o a las banquetas no puede ser una graciosa concesión gratuita. Algo se tiene que ganar primero.

Nos vemos el sábado para amanecer domingo en el Zócalo.