La dura vida en el rancho

Helguera en La Jornada

Ya que está de moda

Hernández en La Jornada

Raíces

México es un lago de aguas serenas
que se mecen impulsadas por la fuerza
de los vientos de la montaña sagrada
de los pueblos del altiplano.
Es un campo sembrado de maíz y calabaza,
una fortaleza en los llanos del norte
y una serranía donde vagan libres los venados.

México es un recinto ceremonial
construido por gente de barro y piedra,
danzantes que serpentean
bajo las esculturas de los dioses milenarios,
pirámides que atestiguan los ritos sangrientos
de la resurrección del sol. sacrificios litúrgicos
que propician la vida y la fertilidad,
poemas de dolor, de agonía y desconsuelo.

México es el encuentro de un enjambre
de razas y lenguas, religiones ocultas,
guerras por los cielos y los infiernos,
multitudes aglomeradas en las plazas
para celebrar las fiestas propiciatorias
de la nacionalidad apremiante, fuegos pirotécnicos
que se queman en las noches de la unidad,
gritos en las calles y avenidas,
tragos de tequila y besos de mujer.


Imagen: Sandra Sandoval
Poema: luis david

Juguetito nuevo

Hernández en La Jornada

Little Girl Blue

Janis Joplin

Te comparto Chito.
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!Ah! cómo la he disfrutado cada vez que entro a tu blog y escucho su interpretación una y otra vez. (escúchala al leer).

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Hoy una vez más y nuevamente hasta las lágrimas, qué puedo hacer, inevitable. Gracias por presentarlo. Para mi, su mejor canción e interpretación, surgida de su enorme sensibilidad y experiencia de vida. Que maravillosa e impactante interpretación, la letra simple y profunda, su voz llena de matices y emotividad. Me toca y conmueve tan profundamente, me dice tanto de ella y de mi, de las mujeres de tantas épocas.

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Cuánto admiré y amé secretamente a esta mujer, de cuántas manera indecibles me reflejó, ¡cuantas veces sentí que vivía por mi o intentaba de veras vivir por tantas mujeres! ¿Falló? Tal vez, no lo sé y tampoco me es importante, su intento, su impulso es lo que tocó mi corazón y me dio luz en tiempos de oscuridad.

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¿!Ella, Janis Joplin!? Si ella, Janis, me impactaba profundamente ver su imagen y escucharla y leer sus opiniones "locas". Nunca sabemos cuando nuestra presencia, nuestra existencia toca un corazón anónimo y tampoco es necesario saberlo. Es suficiente que lo sepa aquel que fue tocado y yo lo se.

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Me conmueve su valentía para hablar por las silenciadas, lo haya sabido o no. ¡Qué alegre juego del anonimato femenino!: "¡uno, dos, tres por mi y por todas mis compañeras!". Jugó y cantó para sí y para muchas otras mujeres anónimas que, como yo, nunca pudimos, ni nos atrevimos, ni supimos, cómo romper el hartazgo y la asfixia que nos producía vivir para reproducir la locura, el vacío y el sin sentido de relaciones y acuerdos sociales de lo masculino. Firmados con sangre, pero con "buena letra". Dejándonos rotas y enajenadas, pero eso sí "lindas y alineadas" al rol impuesto desde afuera. ¿Y todo para qué? Para ofrecernos a cambio de esa luz de luna llena, de incipiente y atisbada libertad interior, ganada gota a gota con sangre de generaciones de mujeres, la eterna presea de la visión masculina de la mujer: alcanzar la "zanahoria dorada" y ser "toda una dama". Para sostener y reproducir la tradición heroica, tradición de lo masculino, con su brutalidad y machismo que nos subyugaba.

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Claro, no deja de ser un gran epitafio, para quienes, a pesar del esfuerzo, inhalábamos profundo sin lograr sentir que la vida nos corría por dentro.

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Cuanto le agradezco todo lo que reveló alguna vez de mi, y de tantos corazones nacientes, destrozados y silenciosos. Punta de lanza, para que, tal vez yo y muchas mas, no tuviéramos que pagar el costo terrible de la gran osadía que significa romper paradgmas milenarios. Su canto de libertad con aroma de sufrimiento y alegría, dolor y tragedia, y contradicción, dio voz al impulso de vida y libertad, voz a la asfixia y dolor de tantas, tantas mujeres de nuestro tiempo, arrastrando por la calle con sus absurdas plumas el estereotipo de la Gran Dama, mostrando su verdadero rostro: estupidez, brutalidad, injusticia, represión y dominio.

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Pagó con su propia vida el atrevimiento; abrió la puerta para muchas, ¡cerrando de un portazo la suya propia! Sin embargo, cuánto nos reveló de nosotros mismas con todo lo que ella se atrevió a desafiar, decir y experimentar .

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Esta ave canora llegada del futuro, cantó desgarrándose el corazón, la aurora de otro tiempo, a una civilización ciega, sorda y militarizada.
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Esta JJ, tan mujer, tan hermosa y extraordinaria y alucinada, con un final tan lamentable, como tantas...tantas... tantas mujeres, de tantas épocas, que conocieron el lado oscuro de la luna y no vivieron para contarlo.

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Janis, aún permaneces muy cerca de mi corazón. En ti descubro lo que significa un "ídolo" que deja de serlo, para penetrar el corazón de quien lo admira. Las semillas de tu incipiente impulso de libertad arrojadas al viento, encontraron tierra húmeda en mi corazón... están germinando.

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Descanse en paz esta bella mujer que desafió una tradición oscura, que negó hasta la brutalidad el poder del eterno femenino, y que sin embargo, aún mora en lo profundo de mujeres y hombres, latente e ignorado. Cantemos, quizá en algún día en algún lugar, en algún corazón... surja radiante, en todo su verdadero esplendor, por ti, por mi, por ella, por las que vienen detrás!!

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Publica por fa lo anterior en tu blog, como mi pequeño homenaje a esta mujer de nuestro tiempo. Increíble que nadie escribió NADA para ella!! ¡YA NO HAY MORAAAL!
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¡Ah! pero que no sea el tema de la eterna preocupación masculina: la política, con sus eternas e inmemoriables memeses, tan redundantes y rebuznantes, con sus clásicos y estereotipados pleitos de razones y sin razones, de poder, dominio y vanagloria porque allí sí, ríos de tinta masculina!.

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¡Perdónalos Janis porque, como ves, aún saben lo que hacen!

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Gracias Chito, como siempre, te quiero mucho.

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Rosa Elena

De los valores

Existe un tipo especial de creencias que nos permiten distinguir lo que creemos bueno de lo que creemos malo, lo que creemos posible de lo que creemos imposible, lo lo que creemos necesario de lo que creemos innecesario y lo creemos válido de lo que creemos indebido. Son los valores.

Los valores son aquellas creencias particulares que nos indican lo que es importante para nosotros (lo que tiene valor). Los valores tienen que ver con todos los actos de nuestra vida y no solo con lo trascendental. Nos permiten tomar decisiones del tipo de si nos comemos un taco más o no, si asistimos a una reunión o no, si le ponemos el cuerno a nuestra pareja o no y si ponemos una bomba en un lugar público o no.

Así mismo, nuestros valores nos permiten aceptar o rechazar las cosas que suceden en nuestro entorno. Por nuestros valores aceptamos o rechazamos que unos niños se vayan de pinta, que una persona suba o baje de peso, que un adolescente se masturbe a dos manos, que un grupo de chavos punks se vista de un modo y se pinte el pelo, que una pareja homosexual se bese en un lugar público o que un guerrero musulmán mate ingleses en el metro.

Nuestros valores, al ser un producto de nuestro modelo de la realidad no son inamovibles, eternos o absolutos. Los valores son una creación social y cambian cuando cambia la sociedad que los creo. Si queremos ser admitidos en un grupo social específico (una familia, una pandilla, una empresa, una religión, etc.) debemos adoptar sus valores para ser aprobados. Es decir, podemos cambiar nuestros valores a voluntad.

Los campos de nuestra vida son tan amplios que los valores asociados a ellos pueden ser opuestos sin que nos demos cuenta hasta el día en que deben actuar simultáneamente y se contraponen. Un conflicto de valores se presenta cuando tenemos que tomar una decisión en la que entran en juego distintos aspectos de nuestra vida que consideramos importantes y que no sabemos definir cuál tiene más importancia que el otro (cuál tiene más valor). Así, entramos en conflicto cuando se contraponen nuestra necesidad de hacer una tarea escolar y nuestras ganas de salir a jugar; nuestro gusto por la comida y nuestras ganas de mejorar la figura; el amor a nuestra pareja y una amiga hermosa y coqueta; las opiniones encontradas del Ing. Cárdenas, López Obrador y el Subcomandante Marcos; nuestra posición ideológica entre la detestable invasión de Irak por las fuerzas de Bush y Blair y la respuesta brutal del terrorismo contra civiles inocentes.

No existen valores buenos o malos, ni se puede definir cuáles son mejores que los otros porque cada civilización, cada grupo social y cada individuo tienen los valores que su modelo de la realidad le impone. Bush está convencido de la bondad religiosa de su cruzada contra el terrorismo (que además le permite hacer jugosos negocios con las armas, el petróleo y la reconstrucción de lo que destruye); y los que ponen las bombas en el Metro, los que asesinan niños que tienen la mala costumbre de pedirle chocolates a un soldado norteamericano, están convencidos de la bondad religiosa de sus actos justicieros.

Los valores se miden no por su bondad sino por su utilidad. Una sociedad produce los individuos que tiene dotándolos de los valores que los hacen ser como son. Una sociedad atrasada cultural, económica o tecnológicamente tiene los valores adecuados para ser así. Un pueblo explotado tiene los valores que le permiten permanecer así. Todas las revoluciones presuponen un cambio en los sistemas de creencias y valores de la sociedad.

La ecología es un buen criterio para decidir nuestros valores: ¿es bueno para mí, para mi familia, para la sociedad, para la humanidad en su conjunto? Estas preguntas pueden ser suficientes para nosotros, pero no olvidemos que un terrorista es un fanático y puede contestar que sí a todas ellas. Y cuando digo terrorista incluyo a Bush y compañía.