sábado, mayo 19, 2007

Camilo

Éramos cuatro amigos que coincidimos en la Facultad de Medicina por casualidad. Pedro “el norteño” venía de Chihuahua; el gordo Mariano llegó de Cuernavaca; “el cañas”, o sea yo, era del DF y en ese glorioso entonces pesaba menos que mi hermanita; el Camilo venía de Veracruz, sus papás eran cubanos descendientes de congoleños y en un exceso de creatividad le apodamos “el Negro”. No había ánimo racista en ello. Eran apodos inocentes y así nos identificábamos. Cuando encontrábamos al Camilo en la calle lo saludábamos: “hola pinche Negro”, y él invariablemente contestaba: “hola pinches putos”.


El Negro era algo así como el líder de la banda. Era superior en los deportes, bailaba infinitamente mejor que todos, obtenía las calificaciones más altas del salón y tenía un enorme éxito clandestino con las muchachas. Era todo un estereotipo. Las chicas tenían que hacer verdaderos malabarismos con sus prejuicios para comprobar la veracidad de los rumores que corrían sobre el Camilo. O sea, todas querían con él, pero a escondidas.


Recorríamos los bares del centro arriesgando la vida para conocer el México profundo y tirarnos de cabeza a la locura de la noche, hasta que terminamos la carrera y el destino nos ubicó en diferentes lugares.


Después de muchos años, cuando nos volvimos a reunir, el Norteño se había dejado crecer la barba, Mariano había bajado de peso, yo había subido muchos kilos más de los que la decencia aconsejaba y el Negro seguía siendo negro.


Regresó del Brasil acompañado por una mulata de fuego con unas caderas de estruendo montadas en gelatina que nos dejó con la boca abierta. ¡Qué poca madre! Junto a ella nuestras mujercitas parecían lagartijas y se morían del coraje al vernos con la lengua de fuera.


Seguimos frecuentándonos para recuperar el tiempo perdido y una cosa nos llevó a la otra hasta el día siniestro cuando me bajo el switch de la Luz de mis noches. Pero esa es otra historia...

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7 Comentarios:

Blogger Colibrí dijo que...

esas amistades insaciables y vampirezcas abundan en la vida real y en la ficticia parecen de mentira...

a veces me pregunto, ¿qué tan vampiros seremos para otras personas a nuestro propio ritmo?

cuando mencionaste "...Recorríamos los bares del centro arriesgando la vida para conocer el México profundo"

no pudo ser una imagen mas afortunada...clarito me sentí en la zona Garibaldi-La Lagunilla

3:03 p.m.  
Blogger El yuste dijo que...

jejeje, qué buena cosa reencontrarse con los amigos de antaño.
Me llegó una invitación de la sociedad de exalumnos de mi prepa pa una comida. En una de esas y si les caigo porque no es lo mismo los 18 que los 27 años, no?
Aca llegando desde los links del Serch q por cierto, espero también vaya a esa comida para que se complete el "cuadro titular", ajuuuuaaaa!!

12:04 p.m.  
Blogger Luis David dijo que...

Colibrí:
De vampiros y otras cosas trata la historia gótica que te voy a contar.

No te pierdas el siguiente capítulo. Besos.

Yuste amigo:
Bienvenido a este espacio de memorias y debrayes.
El reencuentro con los amigos luego de tantos años, cuando ya todo ha cambiado, es toda una experiencia alucinante. Por eso cargamos el privilegio de la memoria para reinventarnos y sobrevivir.

Un abrazo

3:25 p.m.  
Blogger ChiKiVeRe dijo que...

y yo llegue por links de mi querida Colibrí y aún más por la curiosidad, pues yo viví en Santana ciudad de sarapes y moles prietos; en mi no tan lejana adolescencia... este sindrome de Peter Pan me hace seguir siendo una hija de familia.

Mi primer lectura en esta nostalgiosa comunidad me remitió a es lugar donde cada vez que vuelvo no quiero dejar.

1:35 p.m.  
Blogger Luis David dijo que...

Bienvenida Chikivere. Es bueno reencontrar a una antigua paisana.

Por aquí nos seguiremos saludando

besos

2:57 p.m.  
Blogger tlacuiloco dijo que...

Yo prefiero quedarme aquí sentado leyendo lo que nos vas a contar.
Esta visita la hago el 25 de mayo, tu "subiste" esto el 19....¿que...no piensas seguir contandonos?
un abrazo.

12:33 p.m.  
Blogger Luis David dijo que...

Es una vieja historia que tú ya conoces. Es más, te invito a participar.

Se va a poner bueno.

8:39 a.m.  

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