De amnesias
Cuando llegó a su casa se sorprendió al encontrar a todos sus amigos reunidos y sólo entonces cayó en la cuenta de que había olvidado por completo su cita para esa noche.
Después de las disculpas de rigor se hizo el firme propósito de escribir sus asuntos y agendarlos para evitar vergüenzas como la de esta vez, que además se iban volviendo más frecuentes.
Al día siguiente compró una libreta y un lápiz y se dispuso a escribir su primera nota: "Aquí voy a anotar mis cosas".
Nunca más se acordó de escribir.
Después de las disculpas de rigor se hizo el firme propósito de escribir sus asuntos y agendarlos para evitar vergüenzas como la de esta vez, que además se iban volviendo más frecuentes.
Al día siguiente compró una libreta y un lápiz y se dispuso a escribir su primera nota: "Aquí voy a anotar mis cosas".
Nunca más se acordó de escribir.
5 Comentarios:
je: está bien chingón tu soneto! un gran abrazo!
a mi también me gusto, felicidades para ti y tu familia también.
besos Chío.
¡Ah, que lindo es leer a un heredero de los grandes que escribieron cuentos miniatura!
Aprovecho, Luis, para responder al mensaje que dejaste en mi blog El blues de la estufa divina (y lo hago aquí, porque estoy seguro que, como yo, eres también un Narciso que se lee a sí mismo todos los días):
Creo que sí, Luis, el sentimiento de exilio o destierro es parte de la naturaleza humana… o acaso germen crecido en el alma de Occidente.
Pero bien dices que en esta jornada sentimental que es la vida, nos encontramos a arrieros semejantes a nuestro propio espejo.
Agradezco tus palabras y te envío un fuerte abrazo, con los mejores deseos para este próximo año.
Agus
Gracias Alonso y Chío por la visita. Y aquí o allá nos seguiremos encontrando
un abrazo
luis david
Oye Agustín, lo de narciso es porque me espías o sólo se te ocurrió.
Felicidades
luis david
Publicar un comentario
<< Home