De Trolls y otras criaturas.
Foro de discusión
la jornada
24/05/2005
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- ¿Alguien me puede pasar la receta de los Chiles en Nogada?
-¡No! ¡Este es un foro sobre Pintura Flamenca!
Chiste Local.
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¿Alguna vez les ha sucedido que están muy metidos en un debate sobre un tema y de repente entra un participante haciendo comentarios totalmente fuera de lugar? ¿Alguna vez al avanzar en una discusión alguien ajeno lanza provocaciones e insultos al por mayor y el debate termina en batahola? ¿Alguna vez, en un debate contra la homofobia alguien los ha acusado de putos? Señoras y señores, su foro ha sido invadido por un Troll.
Un foro de discusión es, por definición, un lugar en el que se confrontan ideas. Un foro plural admite todo tipo de opiniones e ideologías y es muy rico cuando se debaten opiniones encontradas sobre un tema en el que no nos ponemos de acuerdo. Existen foros temáticos (en donde se discute sobre un mismo tema siempre) o foros abiertos donde se pueden abrir discusiones sobre cualquier asunto. Allí todos los temas son válidos e importantes. No existen los temas anodinos aunque el nivel de las participaciones y los argumentos que se usen va a ser la diferencia entre una discusión rica o una discusión anodina.
Por las diferencias propias de nuestra identidad interna (creencias, valores, cultura, etc.) es prácticamente imposible ponernos de acuerdo de manera total sobre cualquier tema. Lo más que logramos son acercamientos a un tipo de concierto general que nos permite adaptarnos a nuestras diferencias. Esto enriquece nuestras vidas de forma extraordinaria al permitirnos interactuar, crecer y aprender (consciente e inconscientemente) todos los días de nuestra existencia.
En todos los foros de discusión puede en algún momento brotar una opinión tan radicalmente opuesta a la nuestra que parece no haber manera de aceptar siquiera que tal opinión pueda ser posible. Esto pone a prueba nuestra capacidad de tolerar lo que no nos gusta.
En otras ocasiones también surge una participación que no tiene otra función que provocar a los participantes por medio de agresiones, insultos y todo tipo de descalificaciones. No busca discutir un tema determinado sino, simplemente, incitar cierto desorden y desviar o empantanar el fondo de la discusión. Siempre concitan respuestas viscerales, de allí su éxito. Aquello termina en un amasijo de tripas, bofe y corazón.
En la Internet a este tipo de participante se le denomina Troll. (Según la tradición nórdica un troll es un ser maligno cuya única misión en la naturaleza es crear confusión y desorden. Es un latoso de tiempo completo: “a blody pain in the ass”).
Algunos foristas se enganchan con facilidad en discusiones con un troll, otros tratan de ser comprensivos y condescendientes, otros quieren ser irónicos y burlones, otros les pelean y los insultan (hasta buscan sus correos particulares para insultarlos a domicilio). Craso error. Un Troll se alimenta de la atención y de la energía de los demás. La única manera de eliminarlo es ignorando su presencia. No existe, punto. Cuando nadie les presta atención, se aburren y se van.
En algunos foros han tratado de eliminarlos borrándolos de la lista, pero no sirve de mucho porque se inscriben con cualquier otro nombre y continúan su labor de zapa. No tienen otro objetivo que causar molestia en un grupo con el que no comulgan. Algunos trolls participan en los foros con varios seudónimos. Con alguno hacen una contribución más o menos normal o hasta brillante y con otro llevan la contra. Y así, se dicen y se contradicen en una discusión interminable para crear un falso debate y enganchar a los incautos. No hay que olvidar que a algunos foristas van a todas... y son los mejores cómplices de un troll.
Algunos trolls desvían los debates introduciendo en una discusión un tema que no se relaciona con el que se está tratando, pero que no se puede rechazar por corrección política. Imaginen que están participando, en un foro que se precia de izquierdista, en un debate sobre las muertas de Juárez y alguien lanza de pronto una proclama a favor de los zapatistas. ¿Quién será el valiente que se atreva a criticar la intromisión sin temor a ser tachado de insensible, racista y reaccionario por los incautos que se engancharon con el troll?
Todos podemos ser trolls en potencia. A veces, con la mejor de las intenciones, introducimos un comentario ajeno al tema de la discusión, y cuando alguien se engancha en ese comentario el tema se desvía por un atajo y el debate acaba en cualquier cosa o, al perder interés, la polémica termina.
Aquí conviene recordar algo que ya hemos dicho: cuando un forista defiende sus puntos de vista contrarios a los de los demás, no es un troll: es un forista que opina diferente. ¿Cómo diferenciarlo? Generalmente por el uso de ideas y argumentos en su discusión. La intolerancia ante los opositores sí nos convierte en trolls.
Pueden buscar más información en http://es.wikipedia.org/wiki/Troll_(Internet)
Y a propósito del clima... ¿Alguien me puede pasar la receta de los Chiles en Nogada? Je je.
Saludos
contreras
Escrito por Luis David siendo las 9:30 a.m.
7 Comentarios:
Exacto! La voz de la lucidez habla! Felicidades, Chito! Nos hacía falta esto porque no cabe duda que a veces uno se prende y el enojo eclipsa la razón.
Exacto, y me tarde en comprenderlo. Yo fuí, y de repente me sale de nuevo, un cazador de Trolls. Me ufanaba de hacerlos desesperar. Nunca logre nada mas que algunas risas.
Se convierte en vicio y termina siendo una verdadera perdida de tiempo.
De todos modos creo que estos espacios llamados Blogs, pueden ser manejados de la manera en que quiera cada autor, convirtieendolos en "foros" de discusión o ventanas de expresión individual.
En el segundo caso, es valido moderar los comentarios, eliminando discrecionalmente los que al autor le incomoden o considere simples provocaciones.
Ahora bien, estamos en momentos muy dificiles. Creo que debemos ser muy cuidadosos con nuestra salud, con nuestro higado. Recomiendo dejar de discutir con quienes "piensan" diferente. Reunamonos con quienes coincidimos, alimentemonos de manera critica y evitemos la confrontación que solo desgasta y puede desanimar nuestra legitima lucha.
Un abrazo Maestro Chito.
yo suelo ser un troll-ortográfico, que gusta de ver la pelusita en el ojo ajeno y pasa de largo la viga (con todo y cemento)del propio...
asì que si de repente les aparece (cuando se descuiden y quiten de nuevo la moderación) un anónimo émulo de Cervantes Saavedra, me verán silbando disimuladamente, de este lado de la pantalla.
Estoy de acuerdísimo. En mi blog, como te habrás enterado, esta semana ocurrió el asalto de los trolls, y a decir verdad, al principio ni le iba a decir nada a los "participantes" que evidentemente no traían ánimo de intercambiar sino de golpear, como porros. Pero francamente me molestó que se metieran con mis amigos y ahí sí, caí, tan sólo para hacer un poquito de mofa de su ignorancia (ante la clara provocación). Lo que ocurrió después fue un circo patrocinado por su propia estulticia, claro está.
Por eso, también estoy muy de acuerdo con lo que menciona el Tlac, de que son tiempos por lo menos para mí, especiales o atípicos, y por eso es conveniente -por salud mental y emocional- juntarse con los suyos y rechazar cualquier atisbo de movimiento porril auspiciado por Gobernación.
Lo que es un hecho es que a falta de atención, los trolls se desinflan como las cifras del crecimiento económico de Fox.
Un abrazo
En este momento existe una campaña muy fuerte por parte de ciudadanos, aunque algunos parecen muy bien organizados, que están entrando a los blogs de simpatizantes del Peje, para insultar y generar ruido- Las más de las vecer recurren a amenazas fícas y cosa peores.
Lo que ocurrió en el blog de Daria-Zen o en el del gran Tlacuilo, es típico.
Lo mejor es ignorarlos, borrarlo y establecer por el momento, o para siempre, algún filtro para los comentarios.
El caso es no caer en la provocación.
Aquí ta: Chiles en nogada
Lo siento, no me pude aguantar.
Saludos de troll.
De esos trolls échenme un montón.
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