sábado, octubre 02, 2010

No se olvida

Ni toda la lluvia pudo
borrar el rastro de muerte,
lavar el llanto y los gritos,
cruento dolor que se cierne
sobre los ojos cerrados,
sobre la plaza doliente.

Bajo las ruinas se oculta
nuestro pasado y presente,
nuestro tributo de sangre,
ríos que manan, torrentes
de soledad y de azoro,
y de terror impotente.

El tableteo de las balas,
sordo penar que me hiere,
penetra sobre los cuerpos,
que se amontonan inertes,
...ni toda la lluvia pudo
borrar el rastro de murte
.

Etiquetas: