sábado, junio 08, 2019

Romance del Insurrecto

La sangre tiñe de grana
las montañas de Morelos,
las haciendas de la caña
y las tardes de los cielos.
Dolor indigno se arrastra
en las noches de los perros
que brincan las albarradas
de los caminos sangrientos.
Llanto de la madrugada,
del amanecer incierto,
niebla mortal que se arrastra
a las puertas del infierno
cuando la traición rebasa
la visión del insurrecto,
gime la tierra que guarda
los gritos del sufrimiento.

Brilla el sol de la mañana,
de la montaña al desierto,
dicen que han visto a Zapata
cabalgando en el estero.
Noches de luna que embriagan
los recovecos del sueño
dicen que han visto a Zapata
porque Zapata no ha muerto.

luis david