Remedio Casero
Para curar una desilusión,
tome todas las que encuentre en la cava
y sepárelas por antigüedad.
Deseche las muy viejas,
que deben estar llenas de polvo y telarañas,
(ya ni quién se acuerde ellas),
y concéntrese en las nuevas.
Cuando haya elegido
un desengaño fresco y jugoso,
pártalo en trozos pequeños y póngalos,
sobre una cama de hierbabuena recién cortada,
en un recipiente de barro negro de Oaxaca,
cúbralos con jugo de naranja agria
y deje marinar toda una noche
a la luz de la luna llena que se filtre
por la ventana entreabierta.
Al día siguiente, muy de mañana
y antes de que levante el sol,
acomode las piezas en una marmita de cobre,
(esto es muy importante por las propiedades
depurativas del metal),
agregue un vaso de vinagre balsámico,
una taza de infusión de camomila,
unas gotitas de jugo de limón
y salpimiente al gusto.
Cueza a fuego muy lento
durante dos días con sus noches
asegurándose de renovar los líquidos
conforme se vayan consumiendo.
Enfríe y destile el caldo resultante
en un alambique nuevo y deseche el bagazo.
Vierta la esencia destilada
en una pequeña barrica de roble blanco
y deje añejar en el olvido
por años y felices días.
luis david
tome todas las que encuentre en la cava
y sepárelas por antigüedad.
Deseche las muy viejas,
que deben estar llenas de polvo y telarañas,
(ya ni quién se acuerde ellas),
y concéntrese en las nuevas.
Cuando haya elegido
un desengaño fresco y jugoso,
pártalo en trozos pequeños y póngalos,
sobre una cama de hierbabuena recién cortada,
en un recipiente de barro negro de Oaxaca,
cúbralos con jugo de naranja agria
y deje marinar toda una noche
a la luz de la luna llena que se filtre
por la ventana entreabierta.
Al día siguiente, muy de mañana
y antes de que levante el sol,
acomode las piezas en una marmita de cobre,
(esto es muy importante por las propiedades
depurativas del metal),
agregue un vaso de vinagre balsámico,
una taza de infusión de camomila,
unas gotitas de jugo de limón
y salpimiente al gusto.
Cueza a fuego muy lento
durante dos días con sus noches
asegurándose de renovar los líquidos
conforme se vayan consumiendo.
Enfríe y destile el caldo resultante
en un alambique nuevo y deseche el bagazo.
Vierta la esencia destilada
en una pequeña barrica de roble blanco
y deje añejar en el olvido
por años y felices días.
luis david
5 Comentarios:
Mmmm... intuyo trampa en la receta, ja, ja...
Hermoso como siempre, mi querido Luis David.
Abrazox.
genial.
seguiremos tu receta al pie de la letra.
durante todo este proceso ¿podemos abrir una botella de alegrías y satisfacciones?. Digo, nomás para darle sorbitos de vez en cuando.
Gracias Luis David. (acá, en tu casa, tenemos todavia un frasco de buenos recuerdos que nos dejaron Gaby y tu. Lo abrimos y le damos probaditas en las noches de viernes,mirando a las estrellas. Pensando: "es el mismo cielo que ellos estan viendo, es como estar reunidos")
y si se cura uno?
ah, qué bonito.
Gracias por la receta.
Un abrazo
Si no se curan, se les olvida.
saludos
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