viernes, agosto 18, 2006

Por qué no nos ponemos de acuerdo

Nada es tan bueno ni tan malo;
es el pensamiento el que lo hace tal.

William Shakespeare.
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Hemos estado siguiendo con mucho gusto e interés la emocionante polémica que sostenemos a diario con nuestros amigos, vecinos, conocidos, et al, sobre el tema de las elecciones. Es una discusión apasionada en la que a veces recurrimos más a las descalificaciones que a los argumentos. A ratos se antoja que ya deberíamos de habernos dado cuenta de que nuestras posiciones no son tan diferentes y que nunca va a terminar la discusión porque con cada nueva descalificación abrimos más la brecha que nos separa. Lo curioso es que si analizáramos con cuidado las explicaciones de cada cual sería fácil ver que todos tenemos la razón... desde nuestro punto de vista.


¡Un momento!... ¿cómo podemos tener la razón todos si defendemos puntos de vista contrarios?... Eso es lo que voy a tratar de explicar si el griterío me lo permite.

La realidad ocurre fuera de nosotros, en el mundo exterior. Es todo aquello que existe y acontece y es independiente a nosotros. La percibimos a través de nuestros sentidos y no importa cual sea la apreciación que tengamos de ella, la realidad siempre va a ser filtrada y reinterpretada hacia nuestro mundo interior para transformarse en nuestro sistema de creencias y valores, nuestra cultura, nuestra experiencia, etc. Las cosas que percibimos, entonces, no tienen un significado en sí. Su significado se lo otorgamos nosotros de acuerdo a nuestras vivencias. Es como dice el proverbio árabe: “Lo que pueda significar un trozo de pan dependerá de tu hambre”.

Lo objetivo, por lo tanto, no existe para nosotros. Únicamente somos capaces de percibir aquello que logra traspasar nuestros filtros y, sólo entonces, nos formamos una opinión subjetiva (a la que llamamos “realidad objetiva”) y dormimos felices con la razón de nuestro lado.

Existe una diferencia irreducible entre le mundo y nuestra experiencia de él. Como seres humanos, nosotros no actuamos directamente sobre el mundo sino que, al percibirlo y filtrarlo nos formamos un modelo de la realidad, un traje a la medida que sólo a nosotros nos queda perfecto, un mapa propio que nos permite transitar con familiaridad por nuestra vida. Recordemos que un mapa no es el territorio que representa. Un mapa de México, por completo que sea, nunca va a ser México. Nuestro país es su gente, sus culturas, sus climas, sus arroyos, sus pueblos, etc. Cada grano de arena forma parte de nuestro México y no es posible, y nunca lo será, percibirlo y conocerlo todo. La realidad, como nuestro México, es tan inmensurable ante nuestra pobre capacidad de percepción, que sin reducirla a niveles mínimos, viviríamos atorados y abrumados por la misma.


Nuestros sentidos trabajan veinticuatro horas al día y nos allegan tal cantidad de información que, de manera inconsciente, debemos simplificarla para poder operar en el mundo. Filtramos la información eliminando la mayor parte de ella (“el atardecer es hermoso”), la distorsionamos para adecuarla a nuestras creencias (“eso que dijiste significa que tú piensas que somos incultos”), y generalizamos para simplificar nuestra actuación en el mundo (“todos los policías son rateros, todos los políticos son corruptos, todos los panistas son ultraderechistas”).

Nuestros mapas, al ser una representación gráfica de nuestro modelo de la realidad, son de gran utilidad para nuestro diario existir en tanto nos demos cuenta de que son precisamente eso: un mapa. De lo contrario vamos a confundir el mapa con el territorio que representa y a vivir eternamente enfrentados con aquellos que se atrevan a pensar diferente. Pensemos en que nuestros hijos son diferentes y piensan diferente a nosotros (por eso discutimos tanto con ellos). Nuestra pareja percibe las cosas de manera distinta (por eso existen las desavenencias y los divorcios). Por eso mismo hay ideologías, culturas y religiones tan diversas. Por eso los valores occidentales tienen poco que ver con los orientales.

Ahí les va un buscapiés: ¿qué cultura es superior: la cristiana o la musulmana?
Respuesta: depende a quién se lo preguntes.

Nuestros mapas son dinámicos, es decir, se mueven en el tiempo y las circunstancias. Rara vez somos capaces de darnos cuenta de que a diario modificamos, aunque sea un poco, nuestra opinión y nuestras convicciones. A veces nos percibimos como un bloque homogéneo de la cuna a la tumba.

Como nuestra mirada es introspectiva y parcial, es hacia afuera dónde percibimos cambios. Nuestra familia y nuestros amigos son el espejo en el cual nos damos cuenta de que las cosas son diferentes, parece que cada vez coincidimos menos (a veces en asuntos sin importancia y a veces en cuestiones torales.)

Los últimos acontecimientos, con la enorme carga de información en uno y otro sentido, nos han llevado a tomar partido por una parte de la realidad y a creer que ésa, y sólo ésa, es "la realidad".

Por eso las sociedades se constituyen sobre un marco de acuerdos comunes que nos lleven a sacrificar lo personal en aras de lo colectivo. Las reglas se dictan de acuerdo a la política de la clase dominante y se pueden modificar si las circunstancias lo permiten.

¿Y cómo vivir en un mundo tan heterogéneo?

Tender puentes es una bella metáfora que nos ayuda a relacionar nuestros mapas que, por definición, siempre van a ser distintos.

17 Comentarios:

Blogger pk dijo que...

ándale! berger y luckman dando vueltas por aquí. caray, lo que provocan unos buenos y objetivos chiles en nogada!!

no creo en el diálogo, en la democracia, en el futuro, ni en la revolución. creo en los encuentros y sé que la sinceridad es subversiva; de ahí que disfrute tanto visitar este blog.

abrazo fuerte

11:10 a.m.  
Blogger Mamá-Z dijo que...

Yo, a diferencia de pk, sí creo...

Bueno, "creer" no es una palabra que me guste para enfrentarme a la realidad. Diré, mejor, que yo veo en el diálogo, en la democracia, en el futuro y en la revolución caminos posibles de andar.

Siguiendo el pensamiento de Luis David, será porque, a diferencia de pk, me encuentro en "punto de vista" que me permite percibir la realidad con optimismo.

Pero acaso también sea porque soy de naturaleza optimista, así que si pk y yo cambiásemos de posición, de ángulo, de "punto de vista", casi puedo asegurar que pk seguiría no creyendo... y yo seguiría dando crédito al diálogo, a la democracia, al futuro y a la revolución.

Luis David menciona un proverbio árabe que, en resumen, nos dice que la realidad depende de quién la perciba.

Sin embargo, Luis, me atreveré a contradecir a mis admirados árabes: "Lo que puede significar el hambre, dependerá de a qué le llames pan".

Quiero decir que la "actitud" es también fundamental para contemplar de una u otra manera la realidad.

¿Y qué es la actitud? Es la leche que cada bebe mama de su madre, es el calor o el frío que siente un niño al ser mirado por su padre, es con lo que uno se queda después de excursionar dentro del cuerpo de una mujer (o con lo que una se queda después de ser visitada hasta el fondo por el hombre amado). La actitud es la feria.

Así, al proverbio árabe le añado el proverbio mexicano: Cada quien habla según como le fue en la feria.

Y quienes hoy apoyamos al Peje y nos incluimos dentro del movimiento de resistencia civil, no somos -como alguien podría suponer- gente resentida, rencorosa y enojada. Al contrario, la mayoría de las personas que conozco en esta posición huelen a entusiasmo, huelen a amor por la vida, huelen a familia, huelen a juventud, huelen a felicidad.

La frase del Peje "Yo no odio, soy un hombre feliz", no es tan hueca y simple como alguien quisiera creer. Es una verdad que muchos compartimos.

Y los hombres y mujeres felices también nos enojamos, tambi´ñen nos indignamos, también sabemos resistir.

Un abrazo.

2:13 p.m.  
Blogger Luis David dijo que...

Ante la imposibilidad de captar la realidad como tal, al menos objetivamente, debemos re-crearla, de allí que todo lo que aceptemos como "realidad" es en realidad una creencia (aquí conviene rescatar la palabra creencia quitándole el significado metafísico y sobrenatural.)

Los mecanismos universales de la percepción (eliminación, distorción y generalización) nos obligan a crear una realidad subjetiva, que es la nuestra y, por lo tanto, todo aquello que damos por cierto es una creencia (puede ser científica, o religiosa y puede ser comprobable matemáticamente o por deducción filosófica).

El artículo trata en sí sobre los mecanismos de la percepción y el por qué cada cual tiene su propia opinión sobre lo que sucede y lo convierte en su verdad.

No tratamos de deducir la "verdadera verdad" sino los procesos a través de los cuales llegamos a ella.

Nuestras ideológias o religiones (¿qué no son lo mismo?) están basadas en un "modelo de la realidad" que nos dicta lo que es bueno o malo, justo o injusto, real o irreal, etc. Por eso defendemos con tanto ahinco aquello que damos por correcto.

La idea es entender las razones por las que no nos ponemos de acuuerdo.

8:08 p.m.  
Blogger elisa dijo que...

Mh, complejo tema, eh. Eso de las verdades, las creencias, el diálogo.
Primero, ideologías y religiones no son lo mismo, aunque la religión conlleve mucho de ideología y las ideologías, a veces, se profesen como religión.
Lo que llamas "modelo de la realidad" es creo yo, un conjunto de creencias compuesto en gran medida de nuestro bagaje cultural.
Hace mucho que no creo en la objetividad. Quiero decir, es posible establecer diálogo, sí, pero difícilmente se puede consensuar la verdad. Eso sería, como lo nombró uno llamado Adolfo Sánchez Vázquez, ideología de la neutralidad valorativa: sólo existe una verdad, objetiva, que trasciende los valores de todos, que está por encima de ellos. No.
Todos tenemos derecho a defender nuestro punto de vista, nuestra verdad.
El diálogo sólo es posible a partir de la intención de entender al "otro" en su complejidad y su particularidad, con todo y su "ideología", su "modelo de realidad".
La percepción por tanto no es el meollo, sino aprender a respetar las distintas percepciones.
Bueh...todo esto nomás porque ando de metiche por aquí.
Un saludo (y mis disculpas de nuevo por haber faltado al evento de ayer, pero mis deberes me lo impidieron).

10:32 p.m.  
Blogger elisa dijo que...

Perdón, sólo algo que no mencioné.
Me parece que el piso común que podría permitirse como base para consensuar ciertos hechos es la ética (que no la moral). Hay, ahí sí, creo, valores elementales. Y dentro de ésta, al menos para mí, lo básico sería el rechazo de la violencia: lo que lastima, lo que humilla, lo que coerciona, lo que anula, lo que explota, lo que mata...todo esto, sin el consentimiento del otro, sin el acuerdo del otro, contra su voluntad (digo, porque habrá quien le guste que le peguen, por ejemplo, pero asume eso y además lo dice; ahí sí, pues ni qué hacer). Esa es para mí, una base.

10:39 p.m.  
Blogger pk dijo que...

tres poemas de los que me acordé con tu texto:

uno:

Entre vivir y pensar,
la puerta a medio cerrar.
Ver es ser de par en par.

(Gabriel Zaid)
-

dos:

Todas las palabras son verdaderas
Y todas las mentiras son también verdades.
Todas las palabras están vacías,
son vanas y no pertenecen a ningún lugar
en el espacio. Estar vacía, ser vana y no pertenecer
a ningún lugar en el espacio es la característica
de la Verdad Absoluta.

(Tung-shan Liang-chieh)
-

tres:

Subir los remos y dejarse llevar
con los ojos cerrados.
Abrir los ojos y encontrarse
vivo: se repitió el milagro.

Anda, levántate y olvida
esta ribera oculta
en que has desembarcado.

(Gabriel Zaid)

-

Y un abrazo.

9:49 a.m.  
Blogger Luis David dijo que...

Al percibir la realidad de manera limitada y parcial (personalizada, pues), nos encontrasmos entonces con el segundo paso vital: ¿y cómo expresarla?

La única vía que tenemos para representar (re-presentar) la realidad es a través del lenguaje (oral, escrito, corporal, artístico, etc.)

Esto vuelve todavía más particular nuestro modelo de la realidad, ya que nuestro lenguaje en sí, se convierte en un nuevo filtro.

Las palabras que elegimos para expresar nuestros pensamientos son una transcripción literal de nuestro modelo de la realidad.

De allí la discusión semántica sobre el significado de nuestas ideas. Y de allí, también, la diversidad y la riqueza del pensamiento humano.

El arte, en todas sus manifestaciones, La técnica y la tecnólogía, la ciencia y la filosofía son lenguajes a través de los cuales intentamos expresar nuestro modelo de la realidad.

Asimismo lo hacemos por medio de nuestras religiones o nuestra ideologías (¿deveras no son lo mismo)

Nada mejor, Agustín, que una buena discusión con un buen amigo que, afortunadamente, ya no piensa igual que nosotros. Si no lo intentamos convencer de nuestro mapa, entonces hay mucho de dónde aprender y crecer en la diversidad.

saludos a todos.

8:19 p.m.  
Blogger Dog_save_us_from_God dijo que...

En la diversidad radica el gusto y el conocimiento. Las diversidades tambien son generadoras de amistad.

Expreso nuestro sincero agradecimiento por todo lo que los Contreras han tenido a bien compartinos.
Saludos.
Monik y Yo.

12:56 p.m.  
Blogger Darío Zetune dijo que...

REFLEXIONES I

Hola Luis David

Pues nada que tu texto me resulta estimulante y creo que hay varios asuntos que pensar. Sin embargo yo tengo varias preguntas:

Si bien entiendo, no nos ponemos de acuerdo porque no nos percatamos de lo parcial que resulta nuestro acercamiento al mundo, pues el humano es así: limitado y finito; de tal manera que erigir nuestra perspectiva como mirada omniabarcante y única es lo que nos impide el diálogo y el acuerdo. Entonces, parece que el primer paso para salir de la esclerosis, del desacuerdo, sería asumir como fínitos y móviles nuestros “mapas”, los cuales están conformados por los tejidos plurales aportados por los otros: familia, amigos, cónyuge, etc.

Nos movemos, pues, por medio de prejuicios (juicios previos) para ser y estar en el mundo. ¿En qué medida, entonces, “todos tenemos la razón”? Cierto, me dirías: desde la propia medida, porque cada uno tiene su particularísima forma de mirar la realidad. Así es, pero ¿“tener todos la razón” implica “tenemos todos la verdad o las verdades” o simplemente que “todos tenemos la capacidad de razonar”?, ¿pero si más bien es “tener verdades” hasta qué punto entonces existen las posibles “falsedades” y cómo entenderlas: como un error o como un acuerdo ya caduco?

Dicho de otro modo: ¿son nuestros prejuicios la condición previa para el diálogo en el cual vamos matizando las respectivas opiniones, o más bien son los obstáculos infranqueables para el acuerdo, quedando encerrados en un solipsismo solapado? Si hay posibilidad de matizar, entonces hay posibilidad de tener una perspectiva errónea, ¿cuál es el parámetro para medir el error? ¿El otro o el “asunto mismo”, es decir, el “tema” que tratan los dialogantes?

Lo pregunto porque escribes que “Por eso las sociedades se constituyen sobre un marco de acuerdos comunes que nos lleven a sacrificar lo personal en aras de lo colectivo.” Pero no será más bien que lo personal ya tiene en sí lo comunitario y viceversa? Si el primer gran “acuerdo” humano es el lenguaje con el cual enfrentamos el mundo, luego ¿no tendríamos que pensar ya la comunidad está implicada en nuestro “particularísimo punto de vista”?, pero si esto es así (y me parece que en eso estarías de acuerdo y podríamos avalarlo con algunos párrafos de tu texto), entonces no es lo colectivo, esto es, la constante convivencia con el otro, el criterio principal para la matización de nuestros prejuicios, dado que el otro ya está en mi punto de vista personal.

Bueno, luego sigo preguntando más.

Un abrazo.

P.D. Y esos chiles en nogada del domingo (gracias) son merecedores del Premio Nobel de la Paz.

5:56 p.m.  
Blogger Darío Zetune dijo que...

ADDENDA 1: Por "lenguaje" entiendo el carácter lingüístico de la comprensión, no un determinado idioma, sino la capacidad abrir todo un plexo de sentidos.

5:59 p.m.  
Blogger tlacuiloco dijo que...

Gracias.por.esos.chiles.en.nogada.
que.barbaros.
Ademas.tuvimos.la.suerte.de.sentarnos.junto..una.Gran.Dama.:
La.Señora.Carmen.
No.cabe.duda.que.en."La.Feria".nos.ha.ido.muy.bien.

8:29 p.m.  
Blogger tlacuiloco dijo que...

Perdona.Luis.por.los.puntos.
Sucede.que.Agus.cree.que.mi.teclado.es.un.piano.
Lo.aporrea.de.tal.manera.que.mi.espaciador.ya.no.da.espacios.Si.acaso.un.do.re.mi

8:31 p.m.  
Blogger Luis David dijo que...

Hola Serch:

Me gusta tu definición de lenguaje. El lenguaje es el vehiculo a traves del cual podemos expresar nuestro modelo de la realidad. De hecho las sociedades se diferencian entre sí en sus capacidades y sus modos dependiendo de la exactitud o la flexibilidad de su lenguaje (éste ya entendido como lengua o idioma). ¿Notas la diferencia semántica que hay entre un "desarmador" y un "screw driver"? ¿Lo puedes extender hasta las diferencias en el modo de ser entre un inglés y un mexicano?

De hecho el artículo no trata de describir formas para ponernos de acuerdo sino de explicar los mecanismos por los cuales eso no siempre se da.

Decir que todos tenemos la razón es, precisamente, el punto en el cual lo subjetivo se hace dueño de la situación ya que estamos hablando de "nuestra razón". No se trata de un individuo la tenga "en sí", sino que la tiene "para sí".

Esto nada tiene que ver con la realidad, sino con nuestra manera de percibirla.

En el tema que nos ocupa en estos días lo vemos de manera clara. Algunos de los que votamos por Andrés Manuel estamos convencidos de que fue una elección fraudulenta. Pero ninguno de nosotros ha podido, ni podrá, contar voto por voto y casilla por casilla. Nuestra opinión se basa en nuestras convicciones o creencias y, además, estamos dispuestos a defenderlas hasta las últimas instancias.

Y así como lo hacemos nosotros están algunos de los que votaron por Calderón. Defienden su triunfo con la misma vehemencia y falta de pruebas objetivas que nosotros.

O sea que interpretamos de manera distinta los mismos datos.

Esto significa que nuestras opiniones están basadas, como muy bien lo marcas, en nuestros pre-juicios y estos están asentados en las creencias propias de nuestro modelo de la realidad. Recuerda que no buscamos la "verdad verdadera", entre otras cosas porque ya creemos poseerla.

La división entre lo correcto y lo incorrecto, lo falso y lo verdadero, etc, está mercado por la amplitud y flexibilidad de nuestro mapa. Un mapa amplio y flexible puede incluir a los demás, mientras que un mapa muy bien delineado excluye a los demás. Si tu mapa de la ciudad de Máxico es muy exacto, marcará perfectamente los límites que para los demás son inperceptibles (mucha gente cree que va a México cuando en realidad va a Neza.)

Existen mapas individuales (tú y yo somos diferentes), familiares (compartimos una misma educación y obedecemos, a veces, las mismas reglas), regionales (no son ni se comportan igual un norteño de Monterrey que un costeño de Veracruz), nacionales (¿alguna vez te has preguntado que tan perdido te sentirias en el Japón, en donde nunca sabes en que momento estás ofendiendo a alguien al hacer las cosas como las haces habitualmente en México?).

De allí que las sociedades busquen acuerdos, escritos o no, sobre lo aceptable y lo inaceptable. Esto ha sido creado a partir de las "realidades" individuales, aunque abundar mucho en esto nos puede llevar a la paradoja del huevo y la gallina.

saludos

8:40 p.m.  
Blogger YKR dijo que...

Hummm... llego tarde al debate, joer!!!

Bueno, de todos modos no pensaba entrarle a lo de la realidad, porque no sé que cosa sea eso (fusil a Hawking). Lo que sí se es que hay teorías, sistemas de pensamiento o mapas (no son lo mismo, pero bueno pal caso...) que permiten establecen relaciones más congruentes entre sus partes y que se ajustan de manera más aceptable que otros a los datos de la experiencia. Para mi eso los hace mejores, aunque claro, sólo porque a mí me gusta sentir como que entiendo las cosas, je, je.

Un abrazo.

8:35 p.m.  
Blogger Colibrí dijo que...

da una vuelta a mi blog

3:40 p.m.  
Blogger Luis David dijo que...

Aijos Ícaro:

Lo que pasa es que a nivel cuántico esto de la realidad es otro rollo.

Pero un día le entramos, cómo de que no.

saludos

7:31 p.m.  
Blogger Unknown dijo que...

aijos... ¿cuantico?... what the %$#$# tan hablando?

7:51 p.m.  

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